lunes, 5 de octubre de 2009

NOTA INTERNA . Ángel González González

En la tarde de hoy, válgame Dios, alrededor de las 19 treinta, y más concretamente a la hora en que me encontraba inmersa en un grave dilema existencial a propósito de mi inevitable separación conyugal a tenor de cierta historia basada en la depreciación o desgaste elíptico del amor que mi pareja y yo misma venimos profesando tiempo atrás, vino a verme un alumno del curso de Explanación: Federico Luis De Los Santos, para decirme que quería dar queja del Centro.

Antes de darle dicho papel perfectamente homologado por el Ministerio de Cultura y con membrete oficial de la Comunidad de Madrid, para que lo cumplimentara, lo cual hice después, después pero acto seguido, no sé si me entiende..., le propongo que me cuente con calma los hechos acaecidos y que me explique congruentemente la parte de culpa que este Centro Formativo tendría en su queja.

Me dice que preferiría que cuando él refiriese lo que había pasado, al menos estuviera yo sentada y mirándole a la cara, que se le hacía raro que cuando él contara su “película” yo hurgara de rodillas en el cajón de mi escritorio buscando una barra de pegamento escolar porque me daba asco lamer la zona engomada del sobre, también oficial, donde le pediría a Vd, un permiso extraordinario de tres días para arreglar los papeles del divorcio. Que por favor, le atienda debidamente, cosa que también hice nada más que acabé de escuchar su petición.

También me cuenta que estaba harto de que hubiera “unos listos” y “otros tontos” a la hora de coger la máquina; que después del descanso de la tarde, un compañero: John Obama estaba subido a la excavadora, fuera del tiempo con que cada uno contaba para realizar su práctica, porque se lo estaba pasando realmente bien, muchísimo más de lo acostumbrado que cuando ocurrían aquellas rencillas entre colegas a santo de si él debía dinero a no sé quién por la compra de algunas innombrables sustancias químicas prohibidas..

Se insultaron. Federico le dijo a Jhon que era un inútil (en ese momento le apremio a que no dé tantos rodeos porque se me echa el tiempo encima y debo tocar la sirena para que todos nos vayamos a casa). La hermana de Jhon: Lisa Obama, acudió al lugar de los hechos al apercibirse que se estaban metiendo con su hermano y le dijo (a Federico): inútil tu abuela.

Federico me comentó que no pudo reprimir cierto impulso neurótico, esquizofrénico o como se diga, de matar al alguien al oír tal alocución o pensamiento o idea no contrastada, etcétera, y se fue hacie ella, que estaba sentada en un banco rompiendo en varios pedazos asimétricos una hoja que había cogido del seto sito a sus espaldas.

Y que inesperadamente Gloria, sin mediar más alocuciones o pensamientos o etcéteras, le puso el pie en el estómago para pararlo.

Prosiguió que el desenlace de todo ese tipo de procesos-escarnio-alusivos que se fundamentan en la familia de uno mismo, tiende por su propio peso al desastre y que él ya había pasado demasiado tiempo entre rejas, pero no refirió el motivo de su ingreso en prisión por más que intenté sonsacarle algunos datos. Le ruego que si se entera de algo, por favor, me lo haga llegar a mi correo electrónico: abelinaquesada@gmail.cooom.

Juan W. López, otro alumno del curso, viendo que Federico se aproximaba hacia Gloria, le paró el brazo diciéndole: “Tú no pegas a una mujer”, y le dio un puñetazo desde atrás en la mandíbula.

Federico me dijo: “Yo no sé si al final le hubiera pegado a Gloria, porque no soy agresivo y nunca le he pegado a nadie; pero estaba muy dolido porque mi abuela siempre me ha hecho flan de huevo casero, me daba unos dineritos que me venían muy bien, y tenía noventa y tantos años” (No recuerdo bien el dato).

Después de salir del despacho para entrevistarse con el profesor y tratar este importante hecho del cual no tuve la menor duda que el profesor debía de estar al corriente, logré encontrar el pegamento en barra anteriormente mencionado y que se encontraba eclipsado por unas revistas atrasadas de Mujer Al Día, que había dejado en el segundo cajón empezando por la izquierda del escritorio, justo al lado de unos cartuchos de tinta de impresora Epson, que tenía guardados para cuando mi hijo finiquitara los que tenía puestos en la de casa.

Poco después mandé llamar a los demás partícipes en la contienda, los cuales me contaron más o menos lo mismo, y toqué la sirena, misión que siempre realizo con total y canónica puntualidad.

Fdo: La Encargada de Turno de la Tarde (ETT)




ÁNGEL GONZÁLEZ GONZÁLEZ

-Nació en Navalmoral de la Mata, en 1974

-Es artista plástico, narrador recalcitrante y poeta famélico, a partes iguales.

-Ha publicado textos en papel en algunas ocasiones y en algunos, más bien pocos, medios virtuales.

-También es autor de los siguientes poemarios inéditos:

El cuaderno rojo

Flores secas y sueños del olvido

Memoria de los versos sepultados

Diálogos con el muerto

El camino equivocado

Voces descontroladas

Un abrevadero de actos cotidianos

Poemas acuáticos

Por los cuatro costados

Lejos de los polos, a las hojas más bajas, antes de que se extingan.

El trash Metal de Ilabi

Vivir como ahora.

-Y además ha escrito estas dos novelas:

Tres mil quinientos pollos deshuesados

El gobernador de La Cerca

- Como no le gusta el deporte, practica con asiduidad el Relato Corto, aunque a veces se haga demasiado largo.

-Tiene Blog: http://angelgonzalezgonzalezpoeta.blogspot.com/

-Ángel González González aspira a que su hijo le haga caso y a que su mujer le siga dando cuartel con lo de la Phobia a la Plancha y con esa manía de dejarlo todo lleno de pintura.

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